La Expresión del
Ser en completitud
El lecho de grano,
que en el silo
quedó almacenado,
fue lo más hermoso,
que nunca nadie me hubo dado.
Sé que fuiste tú,
quien guardaste
cada semilla en mi corazón.
Lo sé,
porque al recibir tu calor,
la vida en mi interior,
se abrió,
y poco a poco,
cada una de las semillas,
germinaron,
sintiendo el hermoso amparo,
de tus poderosos rayos.
Cogí mi peine dorado,
y con todo mi amor,
te peiné cada rayo
que de tu ser toqué.
Ahora cuando veo llover,
siquiera una nube,
me impide saber,
que tras cualquier imagen,
estás tú,
germinando semillas,
extendiendo tus rayos,
para que mi manos,
peinen tu infinito halo
y de puro amor,
ambos nos envolvamos.
Joanna Escuder
Extracto del Anexo 3ª Etapa
del Camino del Ego al Logos -
Un Camino sin retorno,
del Libro Códice Cosmosóphico
de la Escuela de Temple Inanna
