VALORARSE
Conozco
aquello que me exige mi entorno. Me agobio. Todo es imperfecto. Trabajo con
miedo. Lo que hago, me conduce a temer el rechazo. Abrigo un sentimiento. Me
imagino un día en el que observe lo que hago y sienta que no tengo que
mejorarlo, que ya es perfecto. Descanso. Siento el valor que surge de mis
propias manos. Ya no temo. Valoro todo lo que con el Corazón entrego.